Este post es especial, por que es mi primer despedida a una ciudad que adoré y llevaré siempre en mi corazón. Mi primer ciudad como viajera…
A pesar que siempre viajé, el unirme a la cultura Mallorquina fué diferente, por que fuí parte de esta pequeña isla por un par de semanas, conociendo sus rincones y creando amigos. En un libro de viajeros leí, que uno debe irse del lugar cuando comienza a saber el nombre de las calles… No lo comprendía, pero con esta despedida logré entender, que el saber el nombre de las calles implica que ya te has aferrado al lugar.
Anoche me hicieron una pequeña cena de despedida… en la cual pude terminar de contar una historia a mis nuevos amigos sobre mis siguientes pasos, es grato saber que estarán leyendo mis aventuras. Por lo pronto ya tengo el primer capítulo de mi próximo libro. En resumen, mis dos semanas…. proximamente se vienen los ultimos dos videos de Mallorca antes de comenzar a contar formalmente la historia de Barcelona y otros lugares a los que me han invitado en este país. Ya me siento un poco Española… joder!
Mi primer perdida… me perdí en las calles, literalmente…fué hermoso tropezar con callesitas pequeñas que simulaban una Europa antigua con tantas historias por contarme.
Ver iglesias por doquier y preguntarme qué contarán cada uno de esos ladrillos quién los habrá puesto y qué lagrimas habrán visto caer. Cuántas penas, milagros y amores habrán recorrido sus portales.
Tropezarme con monumentos antiguos en calles que sentía poco caminadas por turistas, con el impacto que implicaba ver algo tan bello, dejado al olvido…
Ver balcones que parecen ser sacados de un cuento de amor trágico, imaginar qué se miró desde allí y quien tendrá la dicha de despertar cada mañana con tanta belleza… y si la apreciará.
Llegar por destino y camino a la catedrál principal y que me quite el aliento ante tanta magestuosidad por belleza, tamaño e historia.
Viajar a través de la isla, en busca de pueblos fantasmas perdidos por los cerros.
Que utilizan su antiguedad como parte del paisaje armónico que logran formar para vivir una vida tranquila recordando a sus antepasados.
Tenér anécdotas y agradecer a personas que lograron hacerme sentir como en casa invitandome a volver para revivir esos momentos.
Comidas extrañas hasta una brocheta con pulpo y panceta y decir: “QUE RICOOOO” (sin mirar lo que entraba a mi boca) Perderme con carteles alternativos en busca de playas vírgenes e historias para contar.
Mi bello mar… el mar mediterraneo que tanta sangre vió derramarse por guerras, que no haya perdido la belleza y que cada día brille con un azul despampanante ante los rayos del sol… recordandome a mi bandera flameando en lo alto.
Jugar a ser niña con amigas casi hermanas que me dió la vida.
Encontrar ese cartel en un bar, que por destino, pensar que alguien lo puso allí para mí…. para que siga mi camino, y para despedirme hasta la próxima.

Leave a Reply