Sabias que un final implica un nuevo comienzo, ¿no?
Leí esa frase una vez y se me quedó en la mente.
Creo que todas las personas en algún punto en la vida pasamos por esos momentos donde parece que no hay forma de salir. Donde nos preguntamos, ¿qué hice yo para merecer esto? Cuando a mi me pasó, ví dos caminos en frente de mí.
Si me resignaba y bajaba los brazos, me convertiría en esta persona que al despertar lo hace sin motivación. Que no piensa en los demás que busca su propio beneficio pero sobre todo, me convertiría en la persona que deja de sonreír.
Si no me resignaba, me tocaba el camino más difícil, el de tratar de mantener ese espíritu de alegría día a día a pesar de todo y de todos. ¿Y saben cómo cuesta hacer esto en una ciudad como Buenos Aires donde todos luchan contra tiempo, dinero, etc? uff…
Tomé una decisión en ese momento. O mejor dicho tomé un estilo de vida.
1- Al despertar, escucho una música que me hable lo bello de la vida, que me de ganas de bailar o saltar. Mientras me bañaba o iba en el subte, escuchaba música que me anime.
2- Al entrar en todo lugar, sea trabajo, reuniones, o lo que fuere, a pesar de tener dolor de cabeza o estar agotada, pongo en mi rostro la sonrisa más grande que pueda. ¿Por qué se preguntarán? Simple! Por que estoy viva y estoy viviendo un día más.
3- Ante situaciones hirientes (debo decir que siempre me topé con personas que buscaban hasta necesitaban sacarme mi sonrisa), ante esos momentos, simplemente, pensaba en alguien que yo ame con toda mi alma y que con un pedazo de pan sobre la mesa, es feliz. (yo tengo mi musa, mi tía/prima Adriana). Pensar en esas personas que viven la vida en su simpleza, que valoran los seres queridos y que siempre tienen un abrazo para darte a pesar de lo que les esté pasando, son mis musas.
4- Elijo, elijo si quiero o no estar en el lugar, en el momento, con las personas. A veces me pasó de llegar a una reunión con mi sonrisa y darme cuenta que es una reunión de crítica a algo, a alguien, al gobierno o a esta vida tan miserable que les tocó vivir. En ese momento, si tengo la posibilidad, me disculpo y me retiro a ver una peli (me gustan las de risas), o a escuchar música o a caminar. Si no tengo la posibilidad, escucho… escucho atenta y pienso si una persona sin recursos se estaría quejando de lo mismo, o si la persona que se queja puede hacer algo al respecto para cambiar. A veces digo mi consejo a veces no, a muchos no les gusta recibirlos.
Hace poco comencé a leer un libro, se llama EL MONJE QUE VENDIÓ SU FERRARI. Ya haré la reseña del libro pero por el momento les cuento algo que me dí cuenta. Estos tips que uso para vivir, tienen mucho que ver con una forma de llevar la vida adelante, la famosa forma de ver el vaso medio lleno…
No sé si es la mejor, pero a mi me sirve.
Los golpes o piedras
Agradezco los golpes o piedras que me dió la vida, me hicieron valorar lo que tengo. Algo me pasó cuando caí esa vez, y es que lo que había luego de levantarme, realmente era MUCHO mejor. Entonces, ahora cuando me golpeo… sé que es por que tenía que ser así. Este libro habla que una piedra de alguien es una oportunidad para otro. Realmente creo que es así, creo que el de arriba va mirando hacia donde queremos ir y cuando ve que no lo estas haciendo, simplemente te impulsa a hacerlo.. y para personas tercas como yo… es mejor de esa forma.
La sanación
Luego de golpearme fuerte las primeras veces, me costo levantarme, mucho… a medida que pasó el tiempo me hice mas inmune. Hoy, simplemente (y por ahí se ríen), pero siento que es como que camino hacia una puerta y la veo cerrada, me doy vuelta y voy hacia otro lado y olvido que existió esa puerta. El dilema es cuando dejas personas que vos querés del otro lado de la puerta, algunos te pedirán hablar por la ventana o si no existe, te ayudarán a crear alguna. Duele ver que otros directamente no lo harán, pero nuevamente, yo los bendigo doy vuelta y sigo adelante.
La motivación de mi viaje, es que todo me está llevando a ir hacia allá. Simplemente eso, y todo lo que suceda lo esperare con los brazos abiertos.
Vivir la vida – Letra
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír (eeso!), voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
A veces llega la lluvia
Para limpiar las heridas
A veces solo una gota
Puede vencer la sequía
Y para qué llorar, pa’ qué
Si duele una pena, se olvida
Y para qué sufrir, pa’ qué
Si así es la vida, hay que vivirla
Lalalé
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Eeeso!
Voy ha vivir el momento
Para entender el destino
Voy a escuchar en silencio
Para encontrar el camino
Y para qué llorar, pa’ qué
Si duele una pena, se olvida
Y para qué sufrír, pa’ qué
Si duele una pena, se olvida
Lalalé
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Mi gente!
Toooma!
Voy a reír, voy a bailar
Pa’ qué llorar, pa’ que sufrir
Empieza a soñar, a reír
Voy a reír (ohoo!), voy a bailar
Siente y baila y goza
Que la vida es una sola
Voy a reír, voy a bailar
Vive, sigue
Siempre pa’lante
No mires pa’trás
Eeeso!
Mi gente
La vida es una haha
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá

